Thursday, February 11, 2010

Adolescencia


La adolescencia no es un problema

Es cierto que hay adolecentes rebeldes, inestables, y difíciles. Pero que existan problemas en ese periodo no convierte a la adolescencia en un problema. El nacimiento de un bebé también extrañas dificultades, que pueden ser traumáticas, pero es un hecho natural, común, normal. Con la adolescencia ocurre algo similar.

La etapa más prometedora

Tanto padres como educadores tenemos que acostumbrarnos a observar la adolescencia desde la perspectiva de la normalidad.

Algunos psicólogos equiparan esta fase de la vida como un segundo nacimiento que requiere, como el primero, una preparación.

Los árboles nos impiden ver el bosque. Y es una lástima porque este bosque es la edad de oro de la vida. Es el momento de los grandes ideales, por eso surgen los conflictos con los padres a quienes ven con todos sus defectos, al contrario que en la infancia.

Es una etapa cargada de ilusiones y esperanzas. El adolecente esta realizando el último esfuerzo para incorporarse a la vida adulta. Un salto que a menudo resulta doloroso, como un parto.

El adolecente necesita que se le comprenda y se le ame más que nunca. Que aunque se equivoque sienta que sus padres estén con él por encima de cualquier circunstancia.

Y si alguna vez tenemos dudas sobre cómo enfrentar alguna dificultad, quizás si miramos hacia atrás, hacia nuestra propia adolescencia, encontraremos la respuesta adecuada.


Dr.Julián Melgosa Y Annette D. Melgosa

Tuesday, February 2, 2010

La inteligencia puede mejorar


La inteligencia es un músculo que aumenta con su uso. Según la doctora en psicología Carol Dweck, de la universidad de columbia (EE.UU.), el coeficiente intelectual no es fijo, como sostienen las teorías clásicas de la inteligencia, si no algo susceptible de cambio.


Según Dweck, "el celebro es como un músculo que se hace más fuerte cuanto más se aprende" y es precisamente encarando tareas que desconocemos cuando más se expande nuestra capacidad.

Dweck sostiene que gran parte del fracaso escolar se debe a que los malos estudiantes no confían en su capacidad para mejorar. Creen en una teoría de la "inteligencia fija" y les falta motivación para enfrentarse a nuevas tareas de aprendizaje.

En un reciente estudio publicado en la revista Child Development, Dweck demostró que potenciando en un grupo de escolares la idea de que su inteligencia era capaz de crecer, éstos cambiaban su manera de enfrentarse a las asignaturas difíciles y, en un alto porcentaje, mejoraban su rendimiento académico en esas materias. Por eso la doctora Dweck recomienda explicar a los niños la teoría de la inteligencia flexible en los primeros años de la escolarización.
Fuente: Mente Sana